Efemérides

Alejandro Dumas (hijo) y la Dama de las Camelias

Nació en París el 27 de julio de 1824.

Alejandro Dumas es un nombre célebre tanto en la literatura francesa como universal y lo es por partida doble, por el autor de Los Tres Mosqueteros -Alejandro Dumas padre- y por el de La Dama de las Camelias -Alejandro Dumas hijo, quien nació el 27 julio de 1824-.

Contaba siete años cuando su padre, todo un bon vivant, lo reconoció como hijo suyo, de ahí en adelante él se ocupó de que recibiera la mejor educación posible aunque, al hacerlo, lo separó de su madre, a pesar de la oposición de ésta, imponiendo al niño el ingreso en la institución Goubaux y la academia Bourbon.

Su infancia estuvo marcada tanto por el hecho de ser hijo ilegítimo como por el de tener antepasados negros en su genealogía -su abuelo paterno era mulato, hijo de un noble francés y una mujer negra-, vivió también una juventud un tanto alocada de la que renegó con posterioridad.

Sus experiencias personales y la huella que dejaron en su caracter forman parte importante de su obra, en El hijo natural critica la existencia de hijos ilegítimos planteando la obligatoriedad moral del padre de casarse con la madre; para escribir La dama de las camelias se inspiró en una joven cortesana que conociera en París.

Se casó en dos ocasiones y fue padre de una niña, novelista y dramaturgo, ingresó en la Academia francesa en 1874 y veinte años más tarde le fue concedida la Legión de Honor.

 

Algunas de sus frases célebres

  • 1

    "No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo."

  • 2

    "Debemos amar, no importa a quién, no importa cómo, mientras se ame."

  • 3

    "El amor inspira las más grandes hazañas e impide realizarlas."

  • 4

    "Todas las generalizaciones son peligrosas, incluida ésta."

  • 5

    "La experiencia y la filosofía que no conducen a la indulgencia y a la caridad, son dos adquisiciones que no valen lo que cuestan."

  • 6

    "El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos y, a menudo, tres."

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