Es de Cádiz, porque de Cádiz es Pedro Álvarez, asesor de marketing, diseñador y emprendedor que en 2003 comenzó a hacer realidad un sueño para el que se había estado formando y preparando desde mediados de los noventa en Nueva York, el de crear su propia marca de productos de calidad.
Ese sueño es hoy Pancracio, y con ese sueño empieza a desarrollarse un excepcional universo de productos en torno al chocolate; propios del cacao, de sus combinaciones, de sus manipulaciones y variaciones, con maridajes sorprendentes; o maravillosos productos complementarios, vodka, té, dulces, escamas de sal al cacao, mermeladas de limón con jengibre, de naranja con canela, de frambuesa con pimienta rosa, dados de genjibre, mininaranjitas confitadas... hasta el magnífico Choconade, una pasta de chocolate y aceitunas negras exquisita y sorprendente.
Pero como es tiempo de turrones, la noticia, la gran noticia buena de Pancracio es que desde hace días ya podemos disfrutar del turrón, de los turrones. Desde los ya clásicos crujientes, de chocolate negro con crujiente de praliné, el de trufa de chocolate, de pasta de almendra y barquillo triturado, o el de almendra de marcona con praliné de avellanas, hasta la edición limitada del Turrón Glenrothes, un perfecto y cuidado maridaje entre el whisky de Malta y el chocolate.
Y ya que el chocolate mejora la circulación sanguínea, retrasa el envejecimiento, mejora notablemente nuestro estado de ánimo, es un alimento completo rico en vitaminas y minerales, es antiarrugas, reduce el colesterol y es un gran afrodisíaco... hagamos de esa costumbre al dulce de la navidad una fiesta de placeres saludables y estimulantes, con turrón, turrón de chocolate. Pero del bueno.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6