Una de las formas más jugosas de preparar los filetes de ternera es cocinarlos en salsa a fuego lento para que el colágeno de sus fibras se gelifique, y quede una carne extremadamente tierna y suave.
Esta salsa está elaborada con tres ingredientes básicos de nuestra gastronomía: ajo, perejil y vino blanco. El ajo, extraordinario aliado para el aparato digestivo previene inflamaciones estomacales e intestinales, que junto con el perejil, rico en vitamina C y generoso antioxidante nos ayuda a aumentar nuestra defensas.
Además si la preparas un día antes verás aumentada su sabor, acompaña de unas crujientes patatas fritas, arroz o pasta.
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