¿Sabías que sandwich, antes de ser el nombre de un popular bocadillo, era un título nobiliario? el de un conde, concretamente; el sándwich se popularizó tanto desde su invención en el S.XVIII, que en España hasta la Real Academia se rindió al uso de esa palabra y la incluyó en su diccionario en 1927, eso sí, adaptando su grafía a nuestra gramática y colocándole una tilde sobre la a como corresponde a todas las palabras llanas que no terminan en vocal, 'n' o 's'.
Lo cierto es que, al margen del lenguaje, no podemos negar que nos encanta contar con los sándwiches en nuestra gastronomía, más incluso cuando descubrimos la inmensa diversidad de rellenos con la que podemos prepararlos. ¿Se te había ocurrido alguna vez poner cerezas en un sándwich? créenos, te encantará el toque de sabor que le dan.
No nos digas que no te atreves a añadir este toque frutal a tus sándwiches, incluso el cuarto Conde de Sandwich se hubiera atrevido, de hecho, se cree que probó gran diversidad de rellenos, acordes todos a la gastronomía de la época, claro; y es que hay diferentes historias entorno a la invención del sándwich pero todas giran entorno al cuarto Conde de Sandwich -John Montagu-; una de las más populares es la que sitúa al conde en Aquisgrán, como parte de la delegación británica que acudió a la ciudad para negociar la firma de un tratado de paz que pusiera fin a la guerra de sucesión austríaca.
Entre negociación y negociación, que duraron la friolera de casi tres años, el conde jugaba a las cartas, jugaba tanto que hoy lo hubiéramos acusado de ludopatía porque, igual que hay quien no se separa del smartphone ni para comer, el conde ni para eso se apartaba de su partida de cartas. Lo que no está claro es si fueron sus sirvientes por iniciativa propia quienes le metían la comida entre dos panes para que pudiera dar buena cuenta de ella sin soltar sus cartas o si fue el propio conde quien les pidió que hicieran tal cosa.
Fuera como fuera, lo que sí es cierto es que por aquel entonces nadie pensaba en sándwiches gourmet, esa evolución ha llegado siglos después y continua hoy siendo tendencia porque, como lo que hace que un sándwich sea tal no es su relleno sino los dos panes que marcan su principio y su fin, siempre tenemos la opción de crear nuevos y deliciosos bocados como el que hoy os proponemos.
Nuestro sándwich es original y delicioso, sugerente, apetecible, sorprendente... quizá algún ingrediente os guste más que otro pero pensad que las notas sápidas de un sándwinch no son las de cada uno de sus ingredientes sino otras nuevas que nacen de la combinación de todas ellas.
¡Anímate! déjate llevar por nuestro saber culinario y prueba este delicioso sándwich, es magnífico para una cena de verano.
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