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La exquisita tarta pavlova

Deliciosa, hermosa y deseable, así es este clásico australiano, la exquisita tarta pavlova.

Crujiente por fuera y exageradamente cremosa por dentro, así es la tarta pavlova, una de las tartas más espectaculares y apetecibles de todo Australia.

Cuenta la leyenda que su nombre se debe a la carismática bailarina rusa Anna Pavlova. El chef del hotel donde se hospedaba la artista en una de sus giras por Australia y Nueva Zelanda creó este postre en su honor, aunque al día de hoy todavía se disputan cual de los dos países fue el verdadero artífice de éste dulce pecado.

Australia, lo tiene muy claro, ¡fueron ellos! y ellos se han ocupado de rendirle todos los homenajes posibles a este crujiente y dulce merengue relleno de nata.

Y no solo es deliciosa, también es hermosa y deseable. Solo con mirarla te dan ganas de devorarla entera, y aunque puedas imaginártela densa y pesada, te puedo asegurar que ésta radiante y esbelta tarta pavlova es increíblemente ligera. ¡No te cansas de comerla a cucharadas!, su dulzor justo y perfecto contrasta con los suaves aromas del pequeño arándano, la delicada frambuesa y la vitamínica mora.

Ingredientes

  • 4 claras de huevo a temperatura ambiente

  • azúcar glass al gusto

  • 1 cd de almidón de maíz

  • 1 cd de jugo de limón

  • 1 cd y media de extracto de vainilla


  • Para la crema:


  • 100 ml de nata muy fría

  • azúcar glass al gusto


  • Para Topping / decoración:


  • Fruta fresca

  • (arándanos, moras, frambuesas, kiwi, fresas etc.)

  • Hojas de menta para decorar


  • Precalentar el horno a 120º

Receta en 11 pasos

  • 1 / 11

    Empezamos a preparar el merengue. Batimos las claras de huevo con unas varillas y cuando comience a estar firme incorporamos poco a poco el azúcar hasta encontrar el punto de dulzor que más nos guste.. Después el jugo de limón, la esencia de vainilla y el almidón de maíz. Seguir batiendo hasta conseguir un merengue suave, muy firme y brillante.

  • 2 / 11

    Cubrimos una bandeja con papel sulfurizado. Pintamos un circulo del diámetro que queremos nuestra tarta pavlova y damos la vuelta al papel para que la pintura no esté contacto con el merengue

  • 3 / 11

    Volcamos el merengue en forma de montaña.

  • 4 / 11

    Con ayuda de una espátula presionamos suavemente y extendemos de dentro hacia los bordes haciendo círculos y alisando por los lados. Hacemos un hueco en el medio para luego añadir la nata montada.

  • 5 / 11

    Decoramos todo el el borde de la tarta con la punta de la espátula de abajo hacia arriba dejando que terminen en pequeños piquitos.

  • 6 / 11

    Introducir en el horno precalentado a 120º sin aire, calor arriba y abajo durante 1 hora.

    Sin abrir en ningún momento la puerta,  bajamos la temperatura a 100º y lo dejamos 1 hora y cuarto más. Apagamos la temperatura y dejamos que enfríe dentro del horno con la puerta abierta durante toda la noche.

  • 7 / 11

    Montamos la nata que ha de estar muy fría, os aconsejo que la introduzcáis en el congelador media hora antes de trabajar con ella. Cuando comience a espesar añadimos poco a poco azúcar glass al gusto. Estará lista cuando al levantar las varillas observemos su famoso piquito.

  • 8 / 11

    Poned la nata sobre el merengue que ha de estar completamente frío.

  • 9 / 11

    Las frutas elegidas.

  • 10 / 11

    Y si queréis dar un poco de color al exterior de esta deliciosa tarta pavlova, diluir una cucharada de mermelada en un poco de agua y dejadlo caer sobre ella. También podéis aplastar unas frambuesas en un colador para separar las semillas y obtener así un delicioso coulis.

  • 11 / 11

    Decorar con la menta y morir de placer con cada cucharada.

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