Hablar del pollo kung pao, es hablar de China. Es uno de sus platos más conocidos en todo el mundo, donde la armonía de sus ingredientes bailan cogidos de la mano desde el primer bocado, regalándote intensos y profundos sabores que contrastan a la perfección con sus diferente texturas. Tiene ese toque picante tan representativo de la cocina Sichuan que a mi me apasiona, pero eso si, sin abusar de él, ya que tiene el poder absoluto de predominar entre todos los sabores terrenales y podría anularte la receta.
Si nunca has preparado un plato asiático, este es un buen momento para hacerlo, ya que de entre todas las versiones que existen esta es para mi la más sencilla y afín a la original. Existen otras muchas, pero utilizan demasiados ingredientes que no son necesarios y al final termina por perderse el sabor auténtico de esta receta.
Mis dos pequeños consejos para que te salga impecable es que utilices la parte de los contramuslos que es la más tierna y que vigiles muy bien los tiempos, de esta manera tu pollo kung pao, será delicadamente jugoso y perfecto.
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