Ésta es una receta que os aconsejo guardéis muy bien, porque es fantástica para prepararla cuando tenemos invitados en casa. Se puede cocinar por la mañana o incluso el día anterior, y antes de servirlo en la mesa se calienta a fuego lento unos minutos y listo.
Su ingrediente principal, el pimiento de piquillo, figura en el Registro Europeo de Denominación de Origen de Productos Agrícolas, y los más conocidos pertenecen a la bella Navarra.
Tener presente, que el pimiento de piquillo es muy bajo en grasa, y muy rico en fibra, agua, hidratos de carbono, vitamina C, y antioxidantes, lo que hace de él un alimento ideal para dietas de control de peso.
Es muy importante cuando los compréis, que éstos sean de calidad. Os aconsejo que estén envasados en cristal y así podréis comprobar el tamaño y la firmeza de su carne. Yo tengo la gran suerte, de que me los manda Carmen, una amiga de mi madre. Los recoge de su huerta y los asa en la barbacoa… no os imagináis el aroma que desprende cuando lo abres. De ella, viene ésta deliciosa receta que estoy segura os va encantar.
¿Queréis aprender a hacerla? Aquí, en el paso a paso fotográfico os lo voy a contar.
Ingredientes
300 gramos en carne picada de ternera roja – 2 cebollas – 1 pimiento verde – 1 hoja de laurel – 4 ajos - pimientos de piquillo – 150 gramos de nata – 400 gramos de leche – 2 cucharadas de harina – aceite - nuez moscada y sal al gusto.
Receta en 11 pasos
1 / 11Ingredientes para cuatro personas: 300 gramos en carne picada de ternera roja – 2 cebollas – 1 pimiento verde – 1 hoja de laurel – 4 ajos - pimientos de piquillo – 150 gramos de nata – 400 gramos de leche – 2 cucharadas de harina – aceite - nuez moscada y sal al gusto.
2 / 11Comenzamos poniendo cuatro cucharadas de aceite en una sartén. Picar y pochar muy menudito una de las cebollas y los cuatro dientes de ajo.
3 / 11Cuando esté lista la cebolla y el ajo, incorporamos la carne picada y la hojita de laurel. No dejéis de mover con una cuchara de madera para que la carne no se apelmace. Freírlo todo muy bien, hasta que la carne cambie de color.
4 / 11Añadir dos cucharadas de harina y freírla unos minutos sin dejar de mover.
5 / 11Incorporar la mitad de la leche hasta conseguir una mezcla espesa pero jugosa.
6 / 11Cuando consigáis éste aspecto, ya tendréis listo vuestro relleno. Ahora, dejar que temple.
7 / 11Mientras enfría la carne, ponemos a freír la segunda cebolla con el pimiento verde.
Cuando la cebolla y el pimiento huela rico, añadimos dos pimientos de piquillo partidos. Esto dará color a nuestra salsa y un espectacular sabor.
8 / 11Incorporamos la nata, la leche y el jugo de los pimientos que quedó en el bote. No dejéis de mover para que todos los sabores se integren muy bien. En unos minutos estará listo.
9 / 11Es momento de batir hasta conseguir ésta riquísima salsa.
En lo que habéis preparado esta delicia con éste color tan característico que nos aportan los pimientos, la carne habrá enfriado y la tendremos lista para rellenar.
10 / 11Coger el pimiento con la mano, abrirlo y rellenarlo con ayuda de una cuchara con cuidado para que no se rompa. Los vais dejando sobre una fuente.
11 / 11Preparar una cama con la salsa y poner los pimientos encima. Poner otra cucharadita por encima, y….. voilá!!! Listos para sorprender a vuestros invitados. A mi, me sorprendieron y… ¡¡mucho!!
Espero que os gusten.