Suave a la vez que intensa al paladar, la anaranjada calabaza se convierte en la mejor elección si buscamos una verdura sana y poco calórica.
Nos encontramos ante una hortaliza generosa en vitaminas y minerales que cuida nuestra vista, facilita las digestiones y nos ayuda a prevenir enfermedades. Gracias a su alto contenido en fibra y agua (casi un 90%), la hace perfecta para aquellas personas que siguen una dieta de control de peso, padecen estreñimiento ó sufren de retención de líquidos. Su importante fuente de vitamina A, C y E, nos regala numerosos antioxidantes que aumentan nuestras defensas, convirtiéndola en uno de los alimentos más saludables para el organismo.
Una estupenda elección para tomar calentita, ahora que el frío comienza a instalarse.
¿Os animáis?
Ingredientes
Ingredientes para cuatro personas: 1k ¼ de calabaza – 3 puerros grandes – 2 cucharadas de pimentón dulce – ¼ de cucharada de pimentón picante – 50 cl de nata liquida – ½ vaso de agua - sal y aceite de oliva.
Receta en 11 pasos
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Ingredientes para cuatro personas: 1k ¼ de calabaza – 3 puerros grandes – 2 cucharadas de pimentón dulce – ¼ de cucharada de pimentón picante – 50 cl de nata liquida – ½ vaso de agua - sal y aceite de oliva.
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Comenzamos lavando el puerro. Realizamos un corte para separar bien las hojas y eliminar con agua la tierra que quede entre ellas.
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Cortamos en rodajas el puerro.
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En una cazuela ponemos 5 cucharadas generosas de aceite y freímos el puerro. Salamos para que suelte todo su jugo durante unos minutos.
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Cortamos la calabaza en cuadraditos.
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Un vez que el puerro tome color y huela rico, añadimos la calabaza y lo freímos durante dos o tres minutos.
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Incorporamos un poquito de sal, el pimentón dulce y el picante. Movemos para que se integren todos los sabores.
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Añadimos ½ vaso de agua. No hay que olvidar que la calabaza contiene un 90% de agua que irá eliminando durante su cocción. Tapamos por 30 minutos, hasta que este muy tierna.
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Mientras se prepara, en una sartén freímos unos cuadraditos pequeños de calabaza para adornar nuestra crema. Reservamos.
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Pasados los treinta minutos batimos el resultado con un robot de cocina o una batidora de mano, hasta conseguir una suave y homogénea crema. En los últimos segundos añadimos la nata.
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Decoramos con los cuadraditos de calabaza fritos y un ligero cordón de aceite.
Y voilá... lista para saborear.