Mi adicción a las quesadillas empezó en el verano del 93 mientras hacia uno de los viajes más fascinantes de mi vida. Montada en un chevrolet descapotable de color azul marino, recorrí gran parte de la Costa Oeste de los Estados Unidos, disfrutando de cada kilómetro y de cada paso andado. Fueron unos días realmente increíbles en donde me hice la firme promesa de regresar. Aun recuerdo como si fuera ayer la parada que hicimos en la ciudad de San Bernardino, CA, allí, en un diminuto restaurante lleno de aromas, colores y sabores probé las quesadillas más espectaculares, crujientes y cremosas que he comido jamás.
Y hoy quiero rememorar ese momento y recuperar esos sabores y colores para vosotros. Y no tenéis excusa para no hacerlas, porque son ricas, son rápidas, son fáciles y son exageradamente deliciosas y los dips que la acompañan harán que améis las quesadillas tanto como yo.
¿Probamos?
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11