La semana pasada gracias a mi querida mexicana, Verónica, tuve la gran suerte y el privilegio de conocer de primera mano uno de los platos más típicos de su país. Su amiga y compatriota Estrella, tuvo la gentileza de abrirme las puertas de su cocina para que pudiese ver, y sobre todo disfrutar, de como se elaboran unos auténticos chiles en nogada de la mano de su cocinera oaxaqueña, Evita Lucia.
Nada más entrar en su maravillosa casa donde se respira México en cada rincón, me sentí feliz. Su innata hospitalidad y su sedoso acento mexicano me envolvió desde el primer instante en un aura difícil de describir.
En este encuentro se le dieron cita a más amigas, todas ellas mujeres trabajadoras, divertidas y dispuestas a no perder ni un solo detalle a las indicaciones de la entrañable Evita, que se desenvolvía con suavidad, orden y disciplina, explicándonos el paso a paso de esta exquisita receta. El aroma que allí se respiraba por su gran variedad de ingredientes inundaba todos nuestros sentidos, descubriendo una vez más que el amor y la pasión es parte fundamental de la cocina.
Y aquí os dejo el resultado de esa magnifica mañana: Unos sabrosos chiles en nogada, el plato más emblemático del país de las maravillas, adornado con los colores de su bandera.
Una cosa más os diré, aún puedo cerrar los ojos y sentir su textura en mi paladar. La mezcla de sus múltiples ingredientes son toda una explosión de placer y sabor para los sentidos. Eso sí, tomaros vuestro tiempo para prepararlos, es una receta fácil, pero larga, así que no dudéis en rodearos de buenos amigos y un buen tequila
Ingredientes
10 Chiles poblanos ó en su defecto 10 pimientos verdes italianos – ½ kilo de carne picada de ternera – ½ kilo de carne picada de cerdo – 1 ½ cebolla – 6 dientes de ajo – 6 tomates rojos – 100 gramos de almendras – 100 gramos de piñones – 100 gramos de uvas pasas – 1 manzana Golden – ½ cucharadita de orégano – 1 pizca de pimienta molida – 1 pizca de cominos – 6 ramitas de perejil – 10 aceitunas verdes – ½ kilo de nueces peladas – 1 litro de leche – 1 granada – azúcar – sal y Aceite de Oliva.
Receta en 11 pasos
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10 Chiles poblanos ó en su defecto 10 pimientos verdes italianos – ½ kilo de carne picada de ternera – ½ kilo de carne picada de cerdo – 1 ½ cebolla – 6 dientes de ajo – 6 tomates rojos – 100 gramos de almendras – 100 gramos de piñones – 100 gramos de uvas pasas – 1 manzana Golden – ½ cucharadita de orégano – 1 pizca de pimienta molida – 1 pizca de cominos – 6 ramitas de perejil – 10 aceitunas verdes – ½ kilo de nueces peladas – 1 litro de leche – 1 granada – azúcar – sal y Aceite de Oliva.
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Lavamos los tomates y les hacemos una cruz con la punta de un cuchillo.
En una cazuela ponemos a hervir agua para escaldarlos.
Añadimos los tomates durante 45 segundos, y rápidamente los sacamos del agua hirviendo y los incorporamos en agua previamente enfriada con hielo. Con este cambio de temperatura, la piel del tomate se contraerá y podremos pelarlos sin ninguna dificultad.
Reservamos.
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Hacemos el mismo proceso con los chiles. Pero en esta ocasión en vez de sumergirlos en agua los sumergimos en aceite muy caliente.
Una vez quitada toda la piel, se hace un orificio en un lado para quitarles las semillas. Han de quedar totalmente limpios.
Reservamos.
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Tostamos los piñones y reservamos.
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En una sartén grande hacemos una fina cama con aceite de oliva y freímos la cebolla y el ajo muy picadito.
Cuando esté transparente se agrega la carne y se cocina hasta que se consuma el jugo.
Incorporamos las pasitas y las aceitunas picadas. Salpimentamos todo al gusto y removemos para que todos los sabores se integren perfectamente.
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Se pica el tomate, las almendras y la manzana y cocinamos unos minutos hasta que se absorba todo el jugo del tomate.
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Terminamos con los piñones, el perejil, el comino (aplastarlo con la mano), el orégano y la pimienta molida, hasta que esté todo bien sazonado y al gusto.
Dejamos enfriar.
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Rellenamos los chiles con nuestro espectacular preparado de carne hasta que queden bien llenitos.
Como es un plato que se sirve a temperatura ambiente, no es necesario guardar en el frigorífico.
Reservamos.
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Ahora vamos a preparar la nogada.
Es un proceso que lleva algo de tiempo porque hay que quitar la piel de las nueces, de una en una. Es la única manera de conseguir que la nogada quede perfecta y en su punto. De lo contrario, obtendréis un sabor amargo que estropeará todo vuestro trabajo.
El día anterior se ponen a remojar las nueces peladas en leche caliente. Cuando la piel está blandita, se pelan y se dejan durante toda esa noche sumergidas en un litro de leche.
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Cuando vayamos a servir, batimos las nueces junto a la leche y añadimos azúcar al gusto.
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Montamos nuestro plato con el chile, la nogada y decoramos con granada y perejil.
Y voilá… una fascinante receta que bien se merece el tiempo invertido en su preparación.
Gracias a Evita Lucia, Estrella, y a mi querida Verónica, por regalarme un pedacito de su tierra.