Gourmet

Yogures para amantes y reacios

Los Caprichos de Yoghourt de Pastoret son de Lleida y están considerados como los más premium en Hong Kong.

Han conseguido que a quienes nos gusta el yogur (perdonad esta mención inmodesta) nos guste aún más y que los desconfiados, bien por cultura o por desagrado, al menos sientan curiosidad y los prueben… y se enganchen.

Parece mentira que en una tarrina de cristal (que, para ser francos, muchos guardan para reutilizarla como portavelas en contextos tan singulares como su boda, testimonio real) se resuma la historia de una familia y la elaboración artesanal y, de paso, se convierta en un producto gourmet.

Para entenderlo vale la pena llegar hasta Carme, la madre de Xavier Pont, cofundador de Pastoret, quien elaboraba mató (un queso fresco catalán) con la leche de sus rebaños de Sant Guim de Freixenet, en Lleida. En su cocina producía en pequeñas cantidades hasta que, en 1992, Xavier y Teresa Vallés, su mujer, dieron el salto que hacía falta.

En su fábrica ambos, y sus casi 50 empleados, logran los Caprichos de Yoghourt, un yogur griego cremoso que se une en armonía con coulis de frutas o alguna capa de chocolate negro.

No queremos convenceros de que os encaprichéis vosotros también, pero imaginad que termináis una comida copiosa y necesitáis un postre refrescante (limón y hierbabuena), que soñáis con un viaje al trópico (el de mango es perfecto) o que quisierais volver a la infancia a esas entrañables tardes en casa de vuestras abuelas (probad el de manzana al horno).

Por cierto, tomarlos también es cuestión de maña y gusto: de arriba abajo para tener los estratos en la cucharita; mal mezclados para que cada bocado sea diferente o agitándolo todo con ganas para tener una sensación más homogénea.

Nos cuentan desde Pastoret que sus yogures van ganando terreno en mercados europeos “maduros” de productos lácteos, como el suizo, pero también en otros a 10.500 kilómetros de España, como China, donde han sido elegidos los primeros premium de Hong Kong.

Suponemos que algo habrá cautivado a los más de siete millones de hongkoneses, a austríacos, daneses, checos, suecos, finlandeses, belgas o alemanes. Ese “aquel” está en los primeros párrafos de este texto y es el mismo que nos ha enamorado en Elite Gourmet.