Nos gusta el pan. Nos gusta para desayunar ya sea con un poco de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal con una buena dosis de proteía sobre él (jamón ibérico o de bellota, aguacate con tomate...). También nos gusta para comer porque aporta la cantidad justa de hidratos de carbono para acompañar un menú en el que reinan siempre la proteína y los vegetales y nos gusta para cenar por la misma razón. ¡Qué decir de las meriendas infantiles y sus correspondientes bocatas, sándwiches y bocadillos!. Ahora bien, no nos gusta cualquier pan. Nos gusta el pan artesano y diverso, enriquecido con ingredientes deliciosos o con su receta tradicional pero hecho al día, como toda la vida. Nos gusta el pan de obradores como Madreamiga.
Además, como el pan es tan versátil, lo podemos encontrar preparado con diferentes harinas y con diferentes compañeros de viaje gastronómico, alguno de ellos inesperado: ¿eres de los que no echa la mano al pan salvo que sea integral? prueba entonces el pan de semillas preparado con harina de trigo y centeno y semillas de avena, lino marrón, lino dorado, pipas de girasol, trigo sarraceno y amapola, dicen en Madreamiga que es el rey de las tostadas del desayuno; otro pan integral es el pan de espelta, una harina que aporta, además, más proteína que cualquier otra; ¿qué tal un pan mármol? Sí, es como los clásicos bizcochos mármol claro que esa combinación de color no se consigue con chocolate sino utilizando dos masas fermentadas durante 48 horas a diferentes temperaturas, es de harina de trigo, malta tostada y semillas; ¿eres goloso incluso con el pan? prueba el pan de aceitunas verdes o negras o el pan de pasas y nueces que se convierte en un bocado de dioses si lo combinas con un queso tierno o el pan Levain, el perfecto para combinar con patés o también con mantequilla o aceite. ¿Eres más tradicional en cuanto a tus gustos paneros? Entonces no te compliques y disfruta de lo lindo con la barra Madreamiga o el pan Miguiña, preparado con una mezcla de harinas de trigo, masa madre, agua, levadura y sal, fermentado en 48 horas a diferentes temperaturas.
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