Gourmet

Panic, la panadería tradicional está de moda

Los amantes del pan se han rendido a la calidad y al sabor de sus hogazas y barras. Hay lista de espera para comprarlas.

Seguramente, si alguien nos dijera que íbamos a entrar en una panadería con su estantería repleta de barras y salir de allí sin ninguna porque todas están reservadas, no nos lo creeríamos. Sin embargo, es un fenómeno frecuente en la calle Conde Duque de Madrid. En este rincón del céntrico barrio de Malasaña ha abierto sus puertas Panic, una panadería artesana cuyo éxito obliga a colgar el 'no hay billetes' a diario.

De hecho, son muchos los vecinos y amantes del pan los que, para que no les vuelva a ocurrir, terminan encargándolo con antelación, de modo que, a nada que sale la hornada del propio obrador con el que cuenta la panadería, ya están vendidos. Y la calidad del mismo merece la pena tanta logística y anticipación, porque en Panic se hace un pan con una masa artesana, de las de toda la vida. Y no solo para sus barras, sino también para las hogazas de pan integral y cada uno de sus productos.

Al frente se encuentra Javier Marca, un entusiasma autodidacta de la panadería que, sin embargo, dedicó sus esfuerzos durante años a la dirección artística de revistas de estilo de vida. Su pasión la descubrió después, y la pudo desarrollar en otro negocio de pan de éxito: Harina, en la plaza de la Independencia.

Además de sus hogazas de kilo (el pan cuesta de 3,60 a 5,50 €/kg) sobre la mesa de madera que preside el centro del local, con grandes ventanales y el obrador a la vista, para que se pueda ver el proceso de elaboración, es imposible no fijarse en los bizcochos que crean también allí Home Cake, la firma de Chris Tonge, socio de Marca.

Con talleres para aprender y divertirse, Panic es mucho más que una panadería. Además, su presencia en redes sociales la hace estar muy presente entre los amantes de la gastronomía 2.0; que son los que la han aupado al éxito tras caer embrujados ante uno de los mejores panes de Madrid. Sin duda, acercarse a Conde Duque merece más la pena que nunca.