Comenzar la jornada con energía, pero sin acelerar. Junto con el café o el té, disfrutar de una tostada con mermelada. De un cruasán, con mermelada. Y de un yogur, sí, también con mermelada. Una vez descubiertos los productos de El Rebost de l’Empordanet apetece probarlos a cada instante. Y casi con cualquier alimento.
Se nota que son naturales. Se aprecia que están elaborados con dulzura, mimo y sin prisas. Porque en lugares como El Far d’Empordà la vida pasa con otra velocidad. Desde este rincón de Gerona, desde hace dos años, Carme Díaz elabora mermeladas de frutas y de verduras, y salsas dulces gelificadas, que ella llama ‘lágrimas’.
Sus mermeladas de frutas contienen jarabe de agave, edulcorante natural perfecto para quienes cuidan su dieta así como para deportistas. Hay sabores como albaricoque con regaliz, melocotón con anís estrellado, mango con fresas o de higos con nueces y vino mistela.
Con azúcar convencional y verduras como pimiento rojo asado con hierbas de la Provenza y vermut, tomate con albahaca o berenjena con oporto son algunas de las especialidades para acompañar a platos, embutidos o tapas. En cuanto a las ‘lágrimas’, ideales también para contrastar con especialidades saladas, las hay de vino malvasía con oro, jazmín, pétalos de rosas así como de mojito, gin tonic y un largo etcétera.
Y ella, Carme, se empeña en que al menos cuando comienza el día y se abre el bote de mermelada, paremos un poquito y disfrutemos de lo que esconde cada una de sus recetas. En que cuando llegue la hora de la comida y de la cena, quizá abramos otro bote y recordemos que, efectivamente, necesitamos otro ritmo.