Cumplida la cuaresma, recogidos los pasos y penitentes y camino ya de mayo, seguimos degustando el bacalao, porque hay sabores que, con los infinitos matices de sus mil recetas, van más allá de las tradiciones y sus tiempos.
Ahumado, en potaje o al pil pil, en buñuelos, croquetas o un carpaccio... delicioso pero ¿y si dejamos estas recetas en la cocina y le damos otro aire al bacalao?
En Hobbes, dónde puedes acompañarlo de algún cocktail espectacular, lo acunan sobre un color primaveral y le dan un toque de dulzura: Lomo de bacalao asado con crema de calabaza y aliño de pasas y piñones. En Sukothay en cambio nos lo visten de un sabroso color de invierno, a un cuidado y exquisito gusto japonés: Bacalao negro maridado en miso. Nos adentramos en una receta deconstructiva en Juan Bravo 25, el bistró de la buena cocina: Bacalao fresco con espinacas y servido con humus. Y finalmente degustamos otra propuesta vestida de una innovación culinaria del estilo de Adrián en La Posada del León de Oro: Bacalao desalado confitado con emulsión de coliflor y vinagreta de frutos secos.
Y tras esta particular ruta del bacalao... ¿quién se resite a un postre de chocolate? no sabemos si en Viena la Crem les quedarán todavía algunas de sus divertidas monas de pascua, pero de lo que no nos cabe duda es que tendrán propuestas chocolateadas para todos los gustos.
Hobbes
Sukothay
Juan Bravo, 25
La Posada del León de Oro
Viena la Crem