Las tabletas de chocolate de la casa belga Dolfin destacan por su original presentación: en paquetes similares al del tabaco para liar. Este curioso embalaje dificulta que el cacao se derrita fácilmente y, además, evita al que lo disfrute el tener que preocuparse por mantener en buen estado el clásico y frágil envoltorio de papel de aluminio si se prefiere comer poco a poco.
Su gama de productos es bastante amplia, con sabores tan originales como el chocolate negro (70% de cacao) con lavanda, pimienta roja, naranja, té de Ceilán... y el chocolate con leche con canela, trazas de cacao puro, té verde, menta... todos producidos sin dañar el medio ambiente. Y es que Dolfin es la primera chocolatera belga que fabrica sus productos reduciendo al máximo las emisiones de CO2.
Para disfrutar de sus tabletas (las hay de 30 y 70 gramos), lo mejor es no meterlas en el frigorífico, porque se pierde el sabor. Mejor si están en un lugar seco, donde se mantengan bien. Las tabletas cuestan alrededor de 5 €, dependiendo de dónde se compren.
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