Gourmet

Casas de Hualdo. Olivar desde el cielo

Una finca en el corazón de los Montes de Toledo donde se producen monovarietales y coupages de primera.

En Carpio del Tajo hay un lugar que en 1996 se llenó de una ilusión en forma de olivos. 300.000 nuevos ejemplares que 20 años después hicieron realidad el sueño de Francisco Riberas, un empresario vinculado al mundo agrícola. En 1999 se recogió la primera cosecha. En 2009 se inauguró la almazara y en 2010 salían al mercado los primeros aceites de la casa.

Casas de Hualdo produce cuatro monovarietales - Arbequina, Picual, Cornicabra y Manzanilla- y tres coupages en varios formatos. Todos ellos son aceites premium, elegantes y versátiles, enmarcados en un proyecto relativamente joven, innovador y moderno, que está dotado de la última tecnología.

Hablemos de aceites. El Arbequina es un aceite equilibrado y armonioso, de intensidad media y predominio de notas frutales sobre el amargo y el picante; Cornicabra, variedad autóctona de la zona y amparada por la Denominación de Origen Montes de Toledo, un aceite de carácter; el Manzanilla es un aceite fino y suave, de frutado intenso y equilibrio entre amargo y picante; y un complejo e intenso Picual, aromático y robusto. En cuanto a los coupages, Casas de Hualdo cuenta con Reserva de Familia, una edición limitada resultado de ensamblar las mejores partidas de las cuatro variedades; Partida Real, elaborado con arbequina y picual de partidas seleccionadas, frutado intenso, amargos y picante medio; y por último un formato lata a partir de picual y arbequina, un virgen extra suave y noble para quien persiga matices sugerentes y sabor para “todo uso”.

Cuenta con un montón de reconocimientos a nivel nacional e internacional, y no solo a sus aceites, también a su riqueza paisajística, como el Gran Premio Extrascape 2012, que organiza la asociación italiana MolisExtra en colaboración con la prestigiosa publicación The Olive Oil Times. No en vano, en Casas de Hualdo toman imágenes desde un globo que sobrevuela la finca, congelando para el recuerdo y el disfrute cómo caen las estaciones sobre el olivar.