Que al pensar en aceite de oliva virgen extra viajemos mental, cosmética y gastronómicamente al sur de España tiene toda su lógica; y es que desde que los fenicios introdujeran en ese rincón de nuestra península el cultivo del olivo, y habiendo vivido una época de esplendor como provincia Baetica y rica en aceite del imperio romano, no han dejado de dar su fruto cada año las plantaciones de olivo andaluzas.
Claro que a veces la lógica pierde su razón, como en este caso en el que descubrimos un aceite de oliva virgen extra tan peninsular como el de Jaén pero más de norte y frío, de Lérida.
Es VEA Primera Cosecha, un aceite sin filtrar, más verdoso de lo habitual y de sabor un punto más afrutado e intenso que el clásico aceite de oliva virgen extra; se obtiene de olivas arbequinas de recolección tan temprana que su rendimiento no supera el 50% del que podrían llegar a alcanzar en su grado óptimo de maduración.
Se trata de un aceite ideal para colmar de intenso sabor cualquier ensalada o deliciosos platos de pescado o ave y cuyo aspecto no sólo es distinto en su color y textura sino en su envase, una botella de vidrio y de medio litro de capacidad, de base cuadrada que recuerda más a las clásicas botellas de licor que de aceite... claro que no hablamos de un aceite cualquiera, hablamos de VEA Primera Cosecha.