Panes recién horneados, aún humeantes, que desean ser besados por él. Ensaladas crujientes que esperan su toque. Quesos que lo ansían, jamones que se desviven, recetas que lo reclaman, carnes que lo piden y una boca que siempre lo desea. Mmmm… el placer de disfrutar de los mejores aceites de oliva.
Pueden ser de aquí, de España… o venir de Italia o de alguno de los rincones míticos del mediterráneo. Nos pueden sorprender producciones como las de Argentina y su región de Cuyo, pero parece que los griegos son los que se destacan no sólo por la variedad autóctona, sino también por ser uno de los que más esfuerzo están haciendo en el diseño de sus envases.
Y para hacer una selección, ¿por dónde empezar? ¿Destacando los mejores? ¿los más caros? ¿los más innovadores? ¿O tal vez los que en su disfrute intervienen más sentidos…? Pues sí, por ahí. Aquí van nuestras 6 sugerencias de aceites de oliva virgen extra premium y orgánicos que nos enamoran incluso antes de probarlos, haciendo que hasta se nos erice la piel al apreciar los detalles de sus estuches.
Botellas que simulan ser como una gota pulposa o la quintaesencia con tapón para que no se pierda ninguno de sus encantos originales. Envases de metal que demuestran el poderío del sabor de su contenido. Una magnífica edición limitada de una escultórica botella estilizada. Un romance entre letras y sabores que confunde el límite entre ficción y realidad. Y uno de esos caprichos personalizados que además contener un excelente aceite de oliva, nos alimentan el ego, con lo que eso nos gusta.
Pueden ser de arbequina, cornicaba, hojiblanca, picual o koroneiki. Cada uno de estos aceites de oliva con su matiz de sabor, cada uno especial pero todos magníficos. Seis culpables del especial encanto de hundir el pan en su líquido y hacerlo de forma desfachatada, sin pudores.
Sólo queda rendirse a estos 6 caprichos de oro líquido para presumir. Para exponer. Para degustar. Mmmm...
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