Hoy vamos a preparar un plato de pasta (fusilli) -un pecado venial que nos encanta del primero al último de sus carbohidratos- y lo vamos a enriquecer con una sabrosa mezcla de verduras con nata fresca y un sugerente punto picante en boca que podrás ajustar al gusto, a tu gusto.
Hablar de pasta es hacerlo de Italia, referente mundial para este ingrediente, más desde que sabemos que no la cocinan desde que Marco Polo volvió de China con ella en las bodegas de su barco sino que los italianos la degustaban ya un siglo antes de que el célebre explorador descubriera que también los chinos la incluían en su menú.
Seguro que te gusta la pasta tanto como a nosotros aunque probablemente sea con salsa carbonara o boloñesa como sueles prepararla en caliente o en ensalada si optas por un plato frío, hoy vamos a descubrirte un nuevo mundo de notas sápidas que te encantará del primero al último de estos fusilli, los clásicos 'tornillos' de pasta.
¿Por qué fusilli? por su forma, todas y cada una de las curvas de esta pasta recogen mejor que otras lisas la salsa que enriquecerá tu plato de pasta y verduras; lo primero será cocer los fusilli -no olvides añadir una hoja de laurel y agua abundante- y reservarlos mientras salteas las verduras. A continuación te contamos paso a paso como hacerlo para seducir por la boca -con pasta y verduras- a quienes se sienten a tu mesa este fin de semana.
¿Te hemos convencido ya de lo interesante que es esta receta? seguro que sí... y eso que todavía no hemos hecho mención de la cantidad de nutrientes que regalarás a tu cuerpo en cada bocado tanto por parte de los fusilli como de las verduras y la nata que los acompañan -hierro, calcio, vitaminas, ácido fólico...- y no olvides las propiedades del picante, un aliado excepcional para los metabolismos lentos.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12
-
13