Días atrás el mundo del whisky firmaba una de sus páginas más célebres, la que se escribe bajo un titular del tipo 'el whisky del millón de dólares' o 'el whisky más caro del mundo en una subasta'; se trata de The Macallan in Lalique Legacy Collection, un conjunto de seis decantadores en los que se conjuga la maestría artesanal en el cristal de los franceses de Lalique, con esa misma maestría aplicada al whisky por los escoceses de The Macallan.
El conjunto subastado, cuyo precio final fue de 993.000 dólares, consta de los seis excepcionales decantadores de Lalique que guardan algunos whiskys más raros de The Macallan, seis miniaturas, otros tantos vasos de whisky y el soberbio mueble en el que se guardan, un mueble diseñado y fabricado también por Lalique.
El mueble cuenta también con las firmas de Ken Grier -director creativo-, Bob Dalgarno -master whisky maker-, David Cox -director Fine & Rare-, máximos responsables de esta colección; este detalle, que puede parecer baladí aun sin serlo, es muy apreciado por los coleccionistas.
El montante final alcanzado, muy por encima del precio de venta estimado por Sotheby's, tiene su razón de ser si pensamos en lo que supone la exclusividad para el mundo del lujo; lo cierto es que este conjunto de seis decantadores es único tanto en el cristal como en la bebida espirituosa que contiene, razones ambas, juntas y a la par, suficientes para convertir a este set de The Macallan in Lalique Legacy Collection en el whisky del millón de dólares y en el más caro nunca antes vendido en una subasta. De hecho, Sotheby's ha confirmado que este exclusivo lote de The Macallan es también el tercero más caro nunca antes subastado por la división de Bebidas de la célebre casa de subastas.
Cabe destacar que la subasta era benéfica y el dinero recaudado se destinará a diferentes ONGs asiáticas para ser invertido en proyectos de desarrollo en el continente asiático.
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