La sangría es un cóctel muy nuestro y muy típico del tiempo cálido en el que estamos a punto de zambullirnos; sólo los enólogos más puristas rechazan la sangría por lo que ésta hace al vino e incluso ellos claudicarán ante este refrescante cóctel cuando descubran La Prodigiosa.
Y es que esta sangría es distinta a cualquier otra, es la primera gourmet que se produce en España; lo que hace única a esta sangría no son sólo sus selectos ingredientes ni la maestría con la que se mezclan sino su propio proceso de producción.
En un proceso de producción tradicional, la sangría fermenta hasta alcanzar un nivel de alcohol impropio de este cóctel lo que hace que se le añada agua; claro que en el agua no sólo se diluye el alcohol sino también los matices de la fruta y del vino. Para evitar este añadido que roba fuerza a la sangría, en La Prodigiosa detienen su fermentación a los 7º de alcohol y con ello evitan también añadir más azúcar que el justo y necesario porque, al no rebajarla con agua, los azúcares propios de la fruta están mucho más presentes en su cóctel.
Y, como la base de la sangría es el vino, La Prodigiosa es tinta y también blanca: uva tempranillo para la tinta y Airen para la blanca, zumo de naranja y limón procedentes de huertos ecológicos, 10 gramos de azúcar integral de caña por litro de sangría y el delicioso toque sugerente e incluso exótico de la canela de Sri Lanka. Sin aromas ni colorantes añadidos, sin extractos de esto o aquello, sin nada más que la sangría.
¿El mejor modo de disfrutarla? sola, sin hielo, bien fría, en copa Borgogna y en la mejor compañía...
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