Uruguay es, cada vez más, un país apreciado por su vino y todo por una uva francesa, la uva Tannat, que llevó al país charrúa un empresario vasco, Pascual Harriague, hace casi siglo y medio; Harriague descubrió que esa variedad de uva, por el clima uruguayo, se daba magníficamente bien en el país y comenzó así una cultura vitivinícola que no solo dura hasta el día de hoy sino que está hoy más viva que nunca ¿los motivos? la cosecha de 2020.
Hemos visto como la pandemia del coronavirus ha hecho estragos en el mundo agrícola en general porque, dadas las medidas de confinamiento necesarias para reducir los contagios, han faltado ¡y faltan! manos en el campo para recoger las cosechas pero en este punto a Uruguay le ha acompañado la suerte, para cuando la OMS nos advirtió de que el COVID-19 era una pandemia la uva Tannat ya había sido recogida y en Uruguay podían decir orgullosos que estaban ante la mejor cosecha que nunca antes habían recogido (tanto por cantidad como por calidad).
Hay 159 bodegas de uva Tannat, más de 50 de todas ellas con además bodegas turísticas que ponen a Uruguay en el punto de mira de los amantes del enoturismo; es especialmente en esas bodegas donde se trabaja ahora en maridajes perfectos para esta magnífica cosecha uniendo de forma indisoluble la gastronomía uruguaya a sus vinos.
Todavía no podemos volar a Uruguay y perdernos en sus bodegas, catas y degustaciones... pero ¿por qué no regar nuestro menú de hoy con un vino del país charrúa?.
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