La nueva edición limitada de Bollinger es, sin duda, un champagne de leyenda y lo es por varias razones; por la casa que lo presenta, una maison que protagonizó sus primeros brindis en 1829, y que vive todavía hoy bajo el sofisticado efluvio de Madame Bollinger; y también porque es, además, el último champagne del siglo XX, lo que lo convierte en un champage vintage.
Bollinger, tras casi tres siglos de viñedo y bodega, es el mejor savoir faire del champage y, entre sus propuestas, lucen orgullosos uno vintage que sufre un envejecimiento en barrica superior al habitual para este tipo de vinos; entre los vintage, que son de por si escogidos y no existen más que para las añadas excepcionales, sorprende R.D. -recently disgorged- el de mayor envejecimiento.
Es precisamente un R.D. el elegido para la nueva edición limitada de Bollinger, uno que cierra el siglo XX y del que sólo verán mesa, mantel y celebración 350 botellas, eso sí, no se trata de botellas al uso sino de 'jeroboams', con una capacidad para tres litros del legendario champagne.
Claro está que tan delicada, fresca y elegante explosión de sabor no puede presentarse en una sencilla botella por más que ésta sea espectacular en sí misma por aquello del tamaño que, a veces, importa; y por eso el Bollinger RD 2000 se presenta en caja, concretamente en dos modelos de packaging, uno de ellos compuesto sobre madera, laca, cuero y estaño y otro en madera color chocolate con la ineludible placa Bollinger en un lateral.
Si tienes algo especial y único que celebrar este verano o piensas botar un barco... estás de suerte, hazte con al menos una de las 350 botellas del último champagne del SXX y... ¡salud!