Cualquier excusa es buena para brindar con una copa de champagne, es más, no es necesaria excusa alguna, hoy entendemos mejor que nunca que basta con estar sanos, juntos y echándole nuevos días a la vida para brindar por el futuro que todavía podemos construir juntos. Eso sí, no se puede brindar de cualquier manera, nunca se debe, pero si además se brinda como uno de los mejores champagne del mundo como es Moët & Chandon, hacerlo es pecado capital. ¿Y cómo se brinda bien? empezando por servir bien el champagne y para eso no hay más que seguir los pasos que nos desvela Moët & Chandone en su The Perfect Serve.
Lo primero es la temperatura, eso de 'el champagne se sirve frío' está bien, pero no es suficiente: el Champagne Moët Impérial debe servirse a 8ºC mientras el Champagne Ice Impérial se cata en todos sus matices a 7ºC; lo ideal es llenar una cubitera de hielo y agua y sumergir en ella tu botella de champagne durante al menos 15 minutos antes de servir.
Transcurrido ese tiempo, debes retirar la botella de la cubitera y secarla, retira el precinto negro y afloja el alambre que cubre el tapón sin retirarlo del todo mientras mantienes el corcho en su lugar con el pulgar.
A continuación debes sujetar la botella por su base y desenróscala del corcho (no a la inversa... así te ahorras el momento de corcho volante y champagne escapando de la botella, eso es solo un espectáculo y un desperdicio de champagne).
Debes tener preparadas las copas, tipo flauta, y llenar dos tercios de cada copa para disfrutar del mejor champagne del mejor modo... Recuerda que si el tuyo es Champagne Ice Impérial, puedes usar una copa más grande y añadir hasta 3 cubitos de hielo por copa.
Una vez has servido el champagne, coloca la botella de nuevo en la cubitera para que se mantenga a la temperatura ideal mientras llega el momento de la segunda ronda.