Al diseñador industrial -vanguardista, innovador, ocurrente y creativo para más señas- Karim Rashid, le pidieron que diseñara una botella para un vino especial, una edición limitada a 110 cajas. Y lo hizo siguiendo sus propia filosofía creativa cuya máxima es que la funcionalidad sigue a la forma. El resultado la botella del Stratus Decant Cabernet Franc.
Y, como la forma va primero, Rashid optó por deconstruir la botella cortándola y dotándola así de un aspecto único que la convierte en un objeto decorativo tan exclusivo como el vino que contiene. Lo más interesante de esta botella es que su forma sirve de modo perfecto a su funcionalidad en dos sentidos: a la hora de servir el vino, resulta más manejable que una botella convencional, más fácil de sujetar, y los escalones que recorre el vino en su interior camino de la copa, sirven también para retener los sedimentos del propio vino.
Si la botella es en sí un espectáculo, no lo es menos el vino que contine: se trata de un Cabernet Franc que ha sido embotellado sin refinar ni filtrar; sus notas de cata son complejas y deliciosas fruto, en gran medida, de la naturalidad del proceso que el enólogo JL Groux ha seguido para crearlo; se trata de un vino muy aromático que contiene la esencia del viñedo en el que maduran las uvas de las que nace.
Aromas de mermelada de frambuesa, anís, tabaco, roble, cardamomo, miso, incienso... esencias que permanecen intactas en la botella al tratarse de un vino no filtrado ¿Quieres probarlo? ten en cuenta que se trata de una edición limitada que sólo se vende en la bodega o en la tienda online de Stratus hasta fin de existencias. Si quieres hacerte con una de estas espectaculares botellas para descubrir su funcionalidad y el imponente vino que contiene, no esperes y encarga tu botella. Te costará 95 dólares.
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