El tiempo, si hablamos de whisky, importa; importa porque en el silencio y la frescura de una bodega y llenando las barricas adecuadas, es sólo cuestión de tiempo que Gordon and MacPhail obtenga el mejor de los whiskies de malta, uno de su colección privada de Linkwood 1956 que, después de pasar 60 años haciéndose a sí mismo, está ya embotellado y listo para servir.
Una barrica de roble europeo en la que antes envejeció el jerez -la última de la década de los 50 en esta bodega-, un whisky destilado el 3 de enero de 1956, trasladado el 18 de junio de 1968 del almacén número 5 de la destilería de Linkwood a la de Elgin Bond y embotellado el 22 de junio de 2016. Sólo existen 56 botellas que contienen un whisky de malta único, de un tono más que dorado, del color de las castañas asadas o la caoba pulida, que llega además perfectamente presentado en cajas de madera.
¿Y sus notas de cata? te preguntarás... En nariz es cálido y dulce, descubres en él notas aromáticas de manzana asada, pasas, chocolate amargo, naranja y miel además de un final con dátiles e higos; todas esas notas aromáticas se desvelan también en la boca en un trago que resulta cálido e intenso, con un final largo y sabores a fruta seca y cera de vela.
Estamos ante un whisky intenso y con cuerpo que puedes disfrutar sólo u on the rocks, incluso con agua, sus notas de cata varían sutilmente pero no te perderás ni uno de sus ricos matices. Además, este whisky de 60 años resulta ideal para regalar también por sus presencia, por la elegancia vintage y antigua de su botella y lo espectacular del whisky de malta que contine, único y excepcional, el último de los años 50 que saldrá de Linkwood.
Si te resulta tan atractivo como a nosotros, debes saber que lleva ya unos meses a la venta por lo que no debes perder un minuto o te resultará imposible hacerte con una de estas 56 botellas, eso sí, ten en cuenta que su precio ronda los 25000 euros.
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