La sidra tiene buen gusto, lo sabían ya griegos, hebreos o egipcios y lo saben bien los asturianos -los de aquí y los indianos que no son otros que aquellos que cruzaron el Atlántico en busca de un futuro más rico y más pleno-.
Lo que no parecía aquel futuro era más sabroso sin el dulce y refrescante acompañamiento de la sidra... hasta que Gijón fue puerto de mar con destino América y El Gaitero ideó el modo de incrementar la durabilidad de la sidra de modo que, una vez cruzado el océano, pudiera ser degustada y disfrutada en todos cada uno de sus delicados matices de aromas y sabores.
Claro que ésto es ya historia pasada, relatos de los que cuentan las canas ya de vuelta de la conquista de aquel futuro americano; ahora de lo que se habla en El Gaitero es de nuevas ideas, nuevos métodos y nuevas sidras... se habla de Pomarina natural o espumosa estilo brut.
¿A quién le amarga una sidra? otra cosa es ya el momento de escanciarla y es precisamente ese instante el que Pomarina Natural deja para otro día, porque esta variedad de sidra -elaborada con manzanas 100% asturianas de denominación de origen protegida- no se escancia, se sirve fresca y se degusta como acompañamiento perfecto de carne de ave, pescados, mariscos, pastas, verduras... e incluso sushi.
Claro que, dadas las fechas que se avecinan, resulta tentadora la versión brut de Pomarina; espumosa y elegante, vestida en amarillo dorado y con burbuja fina, resulta buena compañera para carnes, foie, pescados o mariscos, para el aperitivo, el sushi e incluso para como ingrediente estelar de apetecibles cócteles.
De la manzana la sidra, la sidra de Asturias y el brindis, espumoso o al natural, de Pomarina.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9