En julio de 1945, el teniente coronel de la Royal Air Force Montgomery Collins fue destinado al sector británico del Berlín dividido. A su llegada, Monty se vio profundamente afectado por la destrucción de la capital y resolvió apoyar la reconstrucción de Alemania también en su tiempo libre. A partir de entonces se dedicó a la recuperación del zoológico de Berlín, llegando a apadrinar a un mono que atendía al nombre de Max. Seis años después, Collins dejó la RAF, y movido por su deseo de aprender el arte de la relojería, se marchó a la Selva Negra, cuna de los relojes cucú alemanes. Para su desgracia, demostró poco talento para el oficio y en su lugar abrió una hospedería que llamó Zum wilden Affen –El Mono Salvaje- en honor a Max. Como buen caballero británico, Collins no estaba dispuesto a renunciar a ciertas tradiciones, como tomarse de vez en cuando una buena copita de ginebra, el origen de su interés por producir la más británica de las bebidas.
Situada al suroeste de Alemania, la Selva Negra es un macizo montañoso de impresionante y frondosa vegetación compuesta por helechos, dedaleras y abetos plateados cuyas ramas apenas dejan pasar la luz, de ahí el nombre de la selva. Un lugar dominado por una naturaleza salvaje, y son precisamente el agua pura de sus manantiales, los enebrales y todas las hierbas que uno pueda imaginar, tres de sus máximas expresiones. Todo ello proporcionó a Montgomery Collins los 47 ingredientes con los que desarrollar su singular receta de ginebra de la Selva Negra. Fruto de la casualidad, en los albores del siglo XXI se encontró en esta región germana una pesada caja de madera, una cápsula del tiempo que contenía una polvorienta botella decorada a mano y una carta que contenía no sólo notas personales y fotografías, sino también una descripción detallada de los ingredientes vegetales que Montgomery había utilizado en su receta.
En 2010, partiendo de la fórmula original Schwarzwald Dry Gin, Alexander Stein y Christoph Keller consiguieron mejorar la fórmula hasta convertirla en una de las mejores ginebras del mundo. Elaborada con un exclusivo proceso de tres destilaciones y maceración en recipientes de barro por la destilería Black Forest Distillers, Monkey 47 puede presumir de ser la ginebra con más botánicos del mundo, un universo sutil de aromas y sabores donde destacan la lima keffir, frutas rojas ácidas y notas a pimienta, jazmín y saúco. Toques que alternan lo amargo y lo dulce que no pasaron inadvertidos a Robert Parker, que no dudó en catalogarla hace unos años como la mejor ginebra del mundo.
Recientemente, The Drinks International Annual Report, uno de los estudios más representativos del mundo de los espirituosos a nivel internacional, ha considerado a la ginebra Monkey 47 la número uno del Top Trending Brands del mercado. Expectativas y reconocimiento que ahora podemos valorar en España puesto que la exclusiva Monkey 47 ha llegado a nuestro país hace apenas unos meses de la mano del gigante Pernod Ricard.