Todos tenemos brasas, rescoldos semidormidos que esperan ansiosos. Anhelando ser encendidos. Basta una chispa para que el resto fluya. ¿Hacia dónde? Nadie lo sabe. Solo el deseo. Porque el deseo lo es todo, un viaje iniciático hacia la victoria; sin él no lograrás nada, no amarás nada, no cambiarás nada. Pero el deseo te busca. Sólo tienes que dejarte encontrar.
Paso 1: Envuelve entre tus dedos un vaso corto. Este es un sorbo lento.
Noches tórridas, amaneceres espléndidos, otoños rojizos, música enlatada repleta de recuerdos, tentaciones. París, Madrid, Londres, Roma… Conoces la sensación.
Paso 2: añade cubitos de hielo. A discreción. Y el zumo de una rodaja de naranja.
Y ahora sueña. Imagina una mañana radiante. El sol roza el mediodía, ruge en la Piazza Navona. Es la hora del aperitivo y el deseo acecha encaramado a un antiguo cartel publicitario de Martini.
Paso 3: incorpora una buena dosis de Martini® Rosato y remueve para liberar los aromas de todos los jardines del mundo. El deseo está servido.
Te ha visto. Te roza la espalda. En una servilleta de papel está marcado tu destino: Begin Desire.
Así empieza el atrevido film de Martini, la marca de vermouth más emblemática del mundo que resurge con todos sus valores —tradición, sofisticación y la idea romántica de vivir con pasión y autenticidad— a la cabeza de una nueva generación. Dirigida por Jake Scott, intensa y romántica, esta campaña comparte los pilares de la marca erigiéndose como testigo de un pasado icónico, del regreso de una firma cuyo estilo atemporal, auténtico e inequívocamente italiano casa a la perfección con la cultura urbana contemporánea.
Rodado en las calles de Roma, el spot arranca con una camarera vestida de blanco que descubre el mensaje escrito en una servilleta por un misterioso personaje. Sin pensarlo se ve arrastrada por una multitud por las calles de la capital italiana hasta llegar a una estación donde la espera el tren que pone rumbo a su futuro.
Es la esencia de Martini. El regreso a los orígenes, a sus raíces italianas. El legado del primer vermouth cuya alquimia permanece bajo llave desde hace 150 años. Un estallido fascinante de sabor, aroma, textura y color; de botánicos, especias y fruta fresca macerato a la girata lenta. Como el deseo más profundo. Una forma de celebrar la historia y la herencia de la marca, reafirmando su relevancia en el mundo del siglo XXI.
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