El principio fue el enebro. La baya de ese arbolito mágico que venía utilizándose desde tiempos inmemoriales con fines tan heterogéneos como la cosmética, la medicina o las ceremonias funerarias, fue el origen de la ginebra. Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de determinar el momento histórico en que la ginebra se convirtió en bebida social. Sí en que el eterno favorito de las destilerías comenzó a emplearse aromatizante hacia el año 1607. Hoy, la baya del enebro es el único ingrediente característico de la ginebra. Otra cuestión es la calidad de la misma y los métodos de extracción de sus aceites esenciales.
Es en este instante (el de la excelencia y el sabor) cuando toca hablar de Martin Miller’s Gin y del pub de Notting Hill donde su creador y sus dos amigos, David Bromige y Andreas Versteegh idearon la genialidad de reinventar la ginebra. Y otra vez el principio fue el enebro: de la India, la Toscana o de Macedonia. Ir a buscar los mejores frutos donde hiciera falta. La corteza de casia de China, el lirio de Florencia, de Francia la angélica más exquisita. ¿Y el agua? El agua de Islandia.
“No hay bayas”.
“Sujétame el gin-tonic”.
Y así nació, en el corazón de Martin Miller hace algo más de dos décadas, la ginebra perfecta. El resto de la historia es bien conocido por todos los amantes de la excelencia y los sabores puros: varias medallas Gold y Platinum otorgadas por el Beverage Tasting Institute of Chicago y prestigiosos premios internacionales como el Best Icelandic Matured Gin de World Gin Awards. Todo ello gracias a sus dos destilaciones en alambique y la incorporación a su corazón de enebro de un elenco de botánicos —cítricos y especias— equilibrado, exquisito y aromático.
Hasta hoy. Porque esta temporada que ya roza la Navidad y los valores más gélidos del año, la firma presenta su versión más invernal: Martin Miller’s Gin Winterful, la variedad que surge como el espía de le Carré y rinde homenaje a la doble herencia de la marca. En efecto, la nueva Winterful Gin es fruto del frío y une a sus ya tradicionales destilado inglés y frío islandés, los aromas especiados del Jóla Glögg —Mulled wine en inglés—, el delicioso vino caliente que los escandinavos cocinan en invierno para combatir las bajas temperaturas.
Fiel a su espíritu aventurero y a su afán de superación, Martin Miller’s Gin sorprende una vez más con esta variedad elaborada en tres destilaciones. Por un lado, las dos habituales de la original —con sus botánicos terrosos y cítricos— y una tercera con los nuevos ingredientes del invierno: canela, cardamomo y piel de mandarina.
Galería de imágenes
-
1
Martin Miller's Winterful Gin
-
2
Martin Miller's Winterful Gin
-
3
Martin Miller's Winterful Gin
-
4
Martin Miller's Winterful Gin