Bebidas

La noche sabe a Cavalli

Un vodka llegado de las mejores destilerías italianas, una auténtica joya pensada para los paladares más exquisitos, firmada por la casa Cavalli.

Podía moverse en la oscuridad, discernir las sombras que hay en ella y evitarlas, como quien lleva consigo una valiosa cerilla en medio de la opacidad más tenebrosa. Así fue como, pese a su juventud, llegó a convertirse en pieza clave de los agentes de la noche, a codearse con personas con las que nunca habría imaginado llegar a intercambiar jamás dos palabras seguidas. Era la Relaciones Públicas más brillante de la Costa Azul.

Esa noche tocaba presentación, un vodka llegado de las mejores destilerías italianas acababa de llegar a la isla hacía apenas dos horas. Se trataba de una hermosa botella recubierta al parecer de tinta orgánica y con detalles en plata, alrededor de la cual se anudaba delicadamente una serpiente. Una auténtica joya pensada para los paladares más exquisitos, firmada –como no podía ser de otra manera- por la casa Cavalli y distribuida por The Water Company, una empresa importadora con un expertise fuera de dudas. Juntos habían hecho posible un vodka de calidad superior en el que se apreciaban toques de pudín dulce, notas picantes y tintes cítricos; un elixir creado a partir del mejor trigo recogido en las inmediaciones del río Po -cerca de los Andes- y del agua de las laderas del Monte Roso –de escasa mineralización-.

Sin duda, aquella era la noche de la Especial Night Edition de Cavalli Vodka. El negro inundaba cada rincón de la sala y allí estaba ella, mimetizándose a la perfección con la misteriosa y seductora oscuridad. El show acababa de comenzar.

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