Bebidas

Nordés, la Ginebra del Fin de la Tierra

Nordés Gin, una ginebra gallega, una ginebra para el fin de la tierra.

Decimo Junio Bruto Galaico miraba extasiado el horizonte. Había llegado solo, a pezuña de caballo tras dos días cabalgando a solas, lleno de polvo y cansancio. Pero aquella vista merecía la pena. Finis Terrae. El fin del mundo, el fin de la tierra. El viento le azotaba el rostro, el alma, las dudas. Roma, Hispania, las guerras, las heridas. Todo acababa allí. El héroe del cruce del río del olvido, del río Lima, del que decían las leyendas que si lo cruzaban los guerreros olvidarían todo, el mismo  que tras obligar a cruzar a sus hombres les fue nombrando uno por uno para convencerles de que la leyenda era solo superchería, estaba agotado en su mirada al borde de un océano infinito. El conquistador de Galicia estaba conquistado.

Tenía que brindar con los dioses por aquel regalo. Se acercó a las alforjas de su montura y sacó una botella blanca. Apuró un trago corto y le ofreció la botella alzada a los moradores de aquel cielo de mar y viento. Gloria al fin de la tierra. Gloria a los dioses.

Es cierto que existió un Decimo Junio Bruto Galaico, conquistador de Galicia y vencedor en el Río del Olvido, allá por el siglo II antes de Cristo. Es cierto que conoció Finisterre, aunque dudoso que lo hiciera como yo lo cuento. Dudoso pero bello y acorde con la belleza y leyenda del lugar. Lo que es seguro es que la botella blanca que sacó del caballo no era Ginebra, pues su creación dista bastantes siglos en el tiempo. Pero es que pega que hubiera sido una Nordés Gin, una ginebra gallega, una ginebra para el fin de la tierra.

La marca Nordés fue creada hace un par de años por el sumiller Xoan Torres Cannas y el bodeguero Juan Luis Méndez. De ellos imagino que es la frase que encabeza su página web, y que enmarca perfectamente el espíritu de Nordés Gin: “Somos gallegos, de nacimiento y por convicción. Somos artesanos, por tradición y por principios”. Ginebra pues, gallega y artesana, destilada de uva albariño y con botánicos que suenan y saben a la tierra galega: salvia, menta, cardamomo, menta, hibisco...

El cariño y el esmero que han puesto los responsables de Nordés ha sido el factor determinante del éxito de este destilado con sabor al fin de la tierra, única y diferente. Y que puede ser la base de combinados que pretendan transmitir esa misma sensación. Y puede que tras un trago de un Gin Tonic, estemos donde estemos, cerremos los ojos y entonemos un canto a los dioses, brindando azotados por el viento, en los confines del mundo, en la Finis Terrae.

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