Bebidas

6 cervezas para comer

¿Una cerveza? Mejor seis. Seleccionamos algunas para acompañar tus platos favoritos.

Cada vez más, el consumo de cerveza no es exclusivo de esa “caña” anónima a media mañana. Con el tiempo, esta bebida (una de las más consumidas del planeta) ha ido adquiriendo carácter y personalidad a medida que su cultura se ha ido difundiendo.

Gracias en gran parte al “boom foodie” que vivimos desde hace años, ha proliferado la difusión de las cualidades de la misma, sus distintas variedades, sus métodos de elaboración. Han proliferado también las marcas nuevas, las creaciones artesanas, los lanzamientos de conocidas empresas que, conscientes de este fervor, han investigado y presentado sofisticadas etiquetas con preparaciones curiosas, diferentes, deliciosas.

Los bebedores habituales están de enhorabuena porque las opciones se multiplican mes a mes. Y si bien sería osada la comparación con el mundo del vino, lo cierto es que parece acercársele paso a paso.

Hay cervezas ligeras, suaves, medias, con más o menos cuerpo, más intensas y menos. Todo dependerá del tostado de la cebada, de la cantidad de lúpulo y los aromas que aporte, del mayor o menor grado de fermentación.

Todas ellas, de una forma u otra, tienen su maridaje idóneo, su plato predilecto al que realzan y que las potencia. A grandes rasgos, las “lager” (baja fermentación) son idóneas para carnes grasas y rojas. Las “ale” (alta) oscuras ligan bien carnes de sabores fuertes; las claras, pescados ahumados y ensaladas; las negras, selectos mariscos. Casi siempre elegiremos una cerveza ligera como acompañante para que no suprima el sabor del plato en cuestión. Escabeches, agridulces y especias encuentran en ella la perfecta aliada, y tal vez por eso es imbatible con los encurtidos que reinan en el aperitivo.

No obstante, no es la única ni el único momento en el que poder degustar cualquier de las seis referencias que hoy proponemos. ¿Tienes sed? ¿Y hambre? Prepárate para saciarte.