Hace siglos, durante el Renacimiento, en muchas mesas –dado la costumbre de comer con las manos- se podía encontrar un aguamanil. Es decir, un utensilio con un asa y una boca de pico que contenía agua y que fue evolucionando hasta convertirse en un improvisado lavabo o un recipiente para servir el vino. Ahora, la casa de champán Laurent Perrier, reinventa este utensilio en la nueva edición de su botella Grand Siècle.
Hay objetos que parecen haber sido creados para regalar y acertar. O también, por qué no, para auto regalarse. Y la nueva Aiguière Grand Siècle de Laurent Perrier es uno de ellos. Las líneas curvas, suaves y elegantes de la botella Grand Siècle han inspirado al diseñador Laurent Vicenti para crear un aguamanil discreto y contemporáneo. Una pieza que encaja a la perfección con la filosofía de la casa de espumosos y que combina con cualquier mesa sofisticada.
Está realizado en estaño y su base refrigeradora mantiene el champán a una temperatura de unos 10 grados durante la primera hora. Además, el aguamanil facilita la labor a la hora de servir, simulando dos ligeras asas que envuelven el cuello de la botella, eso sí, sin perder ni uno de los matices que caracterizan este exclusivo champán de Laurent Perrier, el cual se presenta en una caja de madera.
La edición limitada Aiguière Grand Siècle reinventa un utensilio tradicional francés respetando el espíritu clásico de la bodega Laurent Perrier, una de las más prestigiosas y reconocidas de todo el país. Esta botella es una de las estrellas del viñedo y fue bautizada con el nombre de Grand Siècle en homenaje al reinado del Rey Sol en Francia durante el siglo XVII.
Un auténtico capricho para coleccionistas y amantes del buen champán o de los utensilios que han logrado superar las barreras del tiempo y adaptarse a las nuevas tendencias.