Este whisky japonés no sólo es irrepetible porque sea una única producción limitada sino porque la destilería de la que procede cerró en 2001, lo que hace de esta bebida espirituosa un objeto más exclusivo, un preciado regalo para los amantes del whisky, especialmente del whisky japonés. La serie Geishas de Karuizawa crece ahora con dos nuevas ediciones que llegan juntas después de haber envejecido en barricas de Jerez durante 29 y 31 años respectivamente; no suman entre ambas más que 120 botellas (59 por edición, para ser exactos, porque una de cada ya ha sido descorchada).
Estos dos whiskys fueron destilados a principios de los años 80 y presentan características sutilmente diferentes.
29 años de envejecimiento dan a este whisky algo más de 58º, en nariz es complejo y se mezclan en sus notas aromáticas algunas amaderadas -roble e incienso- y otras frutales -albaricoque, dátiles y pasas-; en boca se enriquecen las notas frutales -pasas, manzanas guisadas, melocotones, peras, albaricoques y narajas-, el final de este whisky es dulce y desvela notas de azúcar moreno, nuez moscada y canela.
El de 30 años por su parte se desvela en nariz en notas cítricas y especiadas -lima, limón, naranja agria, pimienta de canela, clavo de olor, nuez moscada y jengibre confitado-; en boca resulta intensamente dulce con notas de manzana con azúcar y compota de bayas de invierno, las notas saladas de su final se diluyen en la intesidad de las dulces.
Si crees, con razón, que uno de estos whiskys sería el regalo perfecto para hacer o hacerte esta navidad, no tienes más que inscribirte para participar en el sorteo por el que serán asignadas a sus 118 afortunados dueños, sólo una botella por afortunado... Eso sí, te pedirán tu tarjeta de crédito porque a los ganadores se les cargará directamente el importe de su precio en cuenta antes de enviarles la preciada botella ¿qué precio? te preguntarás... 6000 libras esterlinas, uno 6.800 euros.
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