Para hablar de este nuevo vino dulce canario de El Grifo hay que empezar por presentar a George Glas, un aventurero escocés y espía de la Reina de los británicos que vivió 10 años en las Islas Afortunadas, 10 años gracias a los que pudo escribir un libro de viajes que puedes ver hoy en la biblioteca del Museo del Vino pues allí se conserva una ejemplar de su primera edición.
¿Por qué en el museo del vino? porque en este interesante libro de viajes George Glas, además de describir todas las islas canarias, habla del nacimiento del vino de Lanzarote tras la erupción ocurrida en la primera mitad del S.XVIII, un desastre natural que provocó la desaparición de los vinos Canari y la aparición de otros nuevos similares a los de la portuguesa isla de Madeira. Entre esos nuevos vinos está la variedad Listán Negro, que llegó a Lanzarote en 1760 gracias al malagueño Matías Gálvez, hoy es una de las variedades más importantes de Canarias mientras en Andalucía prácticamente ha desaparecido.
Y ahora que ya sabemos por qué este nuevo vino dulce se llama George Glas, descubramos cómo es: se trata de un vino elaborado en la vendimia de 2015 con uvas de Listán Negro que fueraon asoleadas durante 10 días y pisadas durante dos días de modo intermitente; este modo de elaboración del vino supuso la recuperación de la práctica del 'asoleado' que se había perdido pero ¿qué aporta? la concentración de los azúcares lo que aporta un toque especial al vino.
Desde 2015, y tras haberle sido añadido durante su fermentación el acohol vínico para mantener la concentración de azúcares naturales y un 10% de vino dulce de la vendimia de 2012, permaneció en barrica de 500 litros de roble francés y americano hasta agosto de 2020, momento en el que fue embotellado.
¿Cuál ha sido el resultado de este proceso de elaboración? un vino de tonalidad apagada cuyo aroma desvela notas de fruta escarchada, pimienta negra, regaliz, café y toques tostados y que en boca resulta persistente y envolvente, largo y con la acidez justa para equilibrar los azúcares naturales del vino.
Y ahora que sabes lo especial que es este vino dulce canario tanto por su peculiar elaboración como por sus atractivas notas de cata... ¿no crees que sería un magnífico regalo para el Día del Padre? una comida casera y, en los postres, una copa de George Glass ¡qué gran plan!.
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