La fruta es de calidad y se recoge en su punto óptimo de maduración. Entonces, se extrae su jugo sin alterar la textura, color ni tampoco sabor. Los zumos y néctares Cuckoo son naturales y así saben.
Con gran cantidad de vitamina C y sales minerales, el zumo de clementina suave es una delicia. Sin pulpa y muy delicado. De Lleida se toman las manzanas y con ellas se elabora otra bebida que adoran niños y mayores. Dulce y con el punto justo de acidez, contiene todos sus minerales y antioxidantes.
El de frambuesa destaca por los taninos, la vitamina B9 y ese antioxidante llamado ácido elágico. Es, por tanto, una inyección de vitalidad y salud. Y está riquísimo.
Y en la localidad oscense de Barbastro, se cultivan tomates rosas. Su color es bonito aunque su apariencia no tanto. Pero su sabor y contenido nutricional son suficientes razones para llenar la botella. Sabe a auténtico tomate fresco, casi recién recogido de la huerta y apenas con un poco de sal.
Para conservarlos, tan sólo se añade el conservante natural de la fruta: unas gotitas de limón. Pura naturalidad.
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