Bebidas

Expresión gótica

Un vino como una catedral. De la bodega Ponte da Boga, denominación de origen Ribeira Sacra.

La primera piedra de la Catedral de Santiago se puso sobre lo que de la iglesia prerrománica dejó Almanzor en pie tras su visita a la ciudad del Apostol, ocurrió en el año 1075 y no fue hasta 1122 que se consideró el gran templo terminado; y ni así, porque son muchos los cambios que sufrió de ahí en adelante hasta ser la Catedral que hoy conocemos.

Consecuencia de esta construcción de siglos, es la mezcla de estilos en su arquitectura y así, aunque hablamos sin duda de una catedral románica, se aprecian también en ella el mimo y el cuidado del gótico, el barroco, el neoclasicimo...

A esta muestra arquitectónica de indudable belleza y armonía rinde culto un vino de la bodega Ponte da Boga, aunque más que de un vino hablamos de una edición limitada en homenaje a la huella del tiempo sobre las piedras del templo: la primera añada se dedicó al románico –Expresión Histórica-, y ahora nos sorprenden con una deliciosa Expresión Gótica.

En 2011 se cumplían 800 años de la consagración del templo y fue este solemne aniversario el que despertó la idea de una serie de ediciones limitadas en clave ochocientos: 800 botellas, 800 packs de tres botellas y otras tantos de seis.

El 800 que nos ocupa, la Expresión Gótica, es un vino de la Ribeira Sacra producido con un escrupuloso respeto a la tradicionalidad de las cosas en el asunto de la uva y su cuidado; el resultado es un vino fresco y elegante, de aroma profundo en color rojo intenso que se componen en su mayor parte por uva mencía a la que se suman en menor proporción otras tres variedades: Sousón, Merenzao y Brancellao.

La presentación de este caldo tan apetecible, tuvo lugar hace poco más de una semana, coincidiendo con la época de recolección de la uva de la Ribeira Sacra, y se cerró con un espectacular acto en el Parador de San Estevo en el que el gran protagonista no era más que una expresión gótica vertida en copa de vino y de saborear y catar.

Si te mueres por saber a qué saben las notas góticas de la Catedral de Santiago, en Ponte da Boga tienen un vino para ti.