Bebidas

Entre copas: Monasterio de Valbuena y los vinos de Matarromera

Si buscas un retiro de 24 horas, ya lo has encontrado. Si te gusta relajarte con una copa de vino sin más molestia que la del rubor del río y el canto de los pájaros, este es tu lugar.

Arte, vino, naturaleza y relax. Abre una buena botella, sírvete una copa, acomódate en silencio a media luz y lee. Asegúrate de tener abierto tu portal de reservas habitual, porque estamos seguros de que antes de que llegues a la última línea, ya habrás tecleado las palabras mágicas: Monasterio de Valbuena.

Entorna los ojos. Imagina viajar en el tiempo al siglo XII, a un maravilloso conjunto arquitectónico levantado por la orden del Císter que, a día de hoy, es uno de los mejor conservados de Europa y que alberga la sede de una de las entidades culturales más importantes del país, la Fundación Las Edades del Hombre.

Piensa que aquí los monjes fundaron lo que conocemos como la milla de oro de la Ribera del Duero, que fueron precursores del imperio vinícola que guarda esta zona y que tú, como huésped, podrás disfrutar sorbo a sorbo. Sí, desde hace menos de un año este espectacular monasterio es un hotel, un cinco estrellas en el que perderse y renovarse por dentro y por fuera.

Dicen que el vino cura el alma. Y el suelo y el clima de esta tierra, sus ondulantes llanuras, sus extensos inviernos y cálidos veranos, dan a las uvas que aquí crecen unas características tan únicas que las han convertido en algunas de las más preciadas del planeta. Son pequeñas joyas de la naturaleza que se miman para que den los caldos tan especiales que aquí tienen su origen.

Lo saben bien en Matarromera, la mítica bodega que se divisa desde el hotel y que acaba de estrenar exclusivas visitas en las que enamorarse de toda la esencia de la tempranillo en su máximo esplendor, gracias al tratamiento de excelencia que aquí se le dispensa. Un paseo por los icónicos pagos de San Román, de las Solanas y de Valdebaniego y por su museo del vino, ligado a su marca Emina, concluye en una cata de las etiquetas de alta gama de la casa y en un delicioso almuerzo, si se desea, en su restaurante. Allí cocinan con maestría los asados, el lechazo, que siempre es mejor aún con el vino adecuado.

Al caer la tarde, emprende camino de vuelta al hotel y déjate querer por otro de los mágicos recursos de la Ribera del Duero: sus aguas mineromedicinales. Monasterio de Valbuena es también un balneario natural y por ello lo gestiona la empresa Castilla Termal. Las propiedades del cauce que corre por el subsuelo prometen sanar el estrés unidas a los tratamientos y rituales de Clarins, que tiene aquí uno de sus pocos y exclusivos SPA. Y lo creas o no, su piscina infinita de agua caliente con vistas al río y el viñedo será todo lo que necesites para olvidarte del mundo.

Después, toma una copa más en la bodega de los monjes, prueba algunos productos de kilómetro cero que presentan los platos de su restaurante El Compás y retírate a descansar a algunas de sus habitaciones junto al claustro. Despierta. ¿Ya reservaste?