No es habitual ver a deportistas asociados a bebidas alcohólicas, al menos no durante su etapa en activo. Otra cosa es cuando ya no juegas en primera línea y te has convertido en todo un icono del estilo, y no solo en cuanto a ropa, sino en prácticamente todo aquello en lo que te involucras. O lo que es lo mismo: cuando eres David Beckham.
El inglés se ha unido al también famoso Simon Fuller, productor de programas de éxito en televisiones de todo el mundo y jurado en diferentes programas de nuevos talentos musicales, en una aventura diferente: la de crear un whisky. La criatura fue presentada este mes bajo el nombre de Haig Club, un scotch que tuvieron el honor de ser los primeros en degustar Gordon Ramsay, el televisivo cocinero británico, y Victoria Beckham, entre otros invitados VIP.
Ellos lo probaron en una cena de siete platos preparada por el chef con estrella Michelin Tom Kitchin, al que se añadió una panna cotta, el famoso postre de nata de Italia, elaborada por el propio cehf Ramsay. Para maridar todo, cócteles de whisky como el Clubman o el Haig Club Rose Fizz.
Destilado y producido en Escocia, en una de las más antiguas de la región, la nueva firma se engloba dentro del porfolio de Diageo y se vende en una botella de vibrante azul cobalto y cara cuadrada en la que está sobreimpresionado el nombre de la firma y el logotipo, las iniciales H y C unidas. Sigue la tradición de la familia Haig, que ya produjera whiskies en el siglo XVII.
El whisky de David Beckham está ya a la venta en Reino Unido, tanto en tiendas delicatessen como en restaurantes y coctelerías, antes de Navidad esperan estar ya presentes en Estados Unidos, China, Corea y el Sudeste Asiático. España, mientras, tendrá que esperar.