Ketel One es el vodka más consumido en Estados Unidos. Dado que dicho país es el espejo en el que, presuntamente, se mira el resto del mundo a la hora de adoptar tendencias, el dato no es accesorio. Ketel One, por tanto, está de moda.
Se destila en Holanda desde hace más de 300 años y, a diferencia de otras etiquetas, se hace en alambique de cobre discontinuo, en pequeñas cantidades y mediante un proceso de destilación quíntuple que se ha trasmitido a lo largo de once generaciones de una misma familia. Ahora, presenta un novedoso ritual de servicio: el primer Perfect Serve de un destilado pensado para compartir y disfrutar en grupo.
Ideado por Marian Beke, headbartender del londinense Nightjar Bar e impulsor mundial de las tendencias mixológicas, consiste en una tetera de cobre hecha a mano, con base de hielo, y capacidad para hasta cuatro servicios, pensada para compartir desde un refrescante Vodka Tonic o un Grapefruit Julep bien frío.
Hay formas y formas, y ésta permite apreciar toda la riqueza organoléptica y versatilidad en coctelería de Ketel One. Es decir, notar que es puro y cristalino, de aromas suaves a menta, hinojo y recuerdos de regaliz. Constatar que es refrescante y sabor dulce con notas cítricas, ahumadas y sutiles toques de pimienta blanca.
El nuevo Perfect Serve, además, representa la artesanía, la autenticidad y hasta los materiales con que se elabora este excepcional vodka holandés.
¿Dónde tomar el vodka en tetera? En Madrid, en direcciones como Le Cabrera o Coctelería Santamaría, y en Barcelona, en Ohla Boutique Bar, Dime, Slow o Suite.