2008 fue año de bienes en la región francesa de Champagne y lo fue porque el tiempo fue propicio y permitió que los espectaculares viñedos que componen un manto dulce y afrutado en este privilegiado rincón del mundo, se desarrollaran a placer, ¿el resultado? una cosecha excepcional que se recogió completa en la segunda quincena de septiembre.
En Veuve Clicquot sabían que la vendimia de 2008 lo tenía todo para ser vintage, que es, en el espirituoso mundo del champagne, algo así como ser premium; claro que para que esto sea definitivamente así es necesario algo más que un buen año de uva, resulta indispensable contar con la boca y nariz adecuados, contar con la dedicación y el mimo que requiere ensamblar un champagne, algo que en Veuve Clicquot hace Dominique Demarville, Chef de Caves de Veuve Clicquot.
La añada de 2008 es la tercera del S.XXI en contar con un champagne vintage, uno que es además el número 65 de Veuve Clicquot, una bodega francesa que nos deleita con un champagne único desde 1810, hace ya más de 200 años; 200 años de los que 65 han sido vintage, el primero en 1810 y último hasta la fecha, en 2008.
Pero ¿a qué sabe un Veuve Clicquot Vintage? dependerá si elegimos al clásico caldo dorado o nos decantamos por un rosé; el champagne dorado es intenso y generoso en brillo y matices, es fresco, cítrico y refinado en nariz mientras en boca se percibe la variedad de uva -el 61% es pinot noir-, notas cítricas y un matiz a frutos secos se convierten en nuestros cómplices en días señalados. Tan cómplice como será el champgne Rosè que en nariz entremezcla las notas cítricas con las de frutos rojos, canela y vainilla mientras en boca resulta un champagne con mucho cuerpo, con toques dulces y afrutados.
El precio de venta recomendado de estas dos soberbias variedades de champagne es de 60 euros la botella en caso del champagne dorado y 65 si hablamos del rosè.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
