Los colores son parte de ese atractivo que tienen las cosas, y quien sabe eso suele concentrar los esfuerzos en el diseño de sus productos. Y es gracias a esta cualidad estética que podemos disfrutar de deliciosos resultados, y en este caso no sólo por su sabor, sino por esa parte que hace que su belleza evoque bienestar.
Pura atracción. Eso es lo que se siente cuando miras un Coca i Fitó. Da igual que sea Negro o Rosado, porque es la delicadeza de sus ilustraciones la que conquista antes del primer pestañeo. Una labor conjunta del estudio de diseño Atipus y el ilustrador Oriol Malet.
Genialidad visual que antecede a los aromas de fresas frescas, frutas del bosque maduras y las notas de té y chocolate, del Negre. Y a las notas especiadas, balsámicas y dulces, del Rosa. Una mezcla violácea y rubí, ambos elegantes, ambos frescos.
Denominación de Origen Montsant, para unos vinos en los que encontramos las variedades autóctonas del Priorat (Garnacha, Syrah y Cariñena), y ese toque mineral característico del terreno en el que se localizan las viñas de entre 18 y 100 años.
Vinos de autor de los que sólo se elaboran unas 8000 botellas del Negre cada año, convirtiéndolo en un verdadero objeto de deseo, y ni qué decir del Rosado del que sólo salen 3000 botellas.
Así que si te gusta el vino, los colores y las sensaciones que da un buen diseño, Coca i Fitó es sin duda la mejor opción.
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