En 1858 Eugène Mercier era un joven apasionado, con una gran imaginación y muy perfeccionista. A pesar de tener solo veinte años se dio cuenta de que esas cualidades eran suficientes para montar su propia empresa y así fue como decidió fundar la casa de champagne Mercier.
Un siglo y medio después Mercier, que sigue establecida en la región de Epernay, es considerada una de las marcas de champagne más prestigiosas de toda Francia. Poca gente sabe que Eugène, su fundador, fascinado por el invento de los hermanos Lumière, les encargó que rodaran una pequeña película sobre su champagne que se convertiría en el primer anuncio de la historia y se proyectó en la Exposición Universal de París del año 1900.
Este espíritu innovador fue su mayor legado y siempre ha estado presente en la Maison Mercier. En 1970 la marca se fusionó con Moët & Chandon aunque posteriormente, en 1987, pasaría a manos de LVMH. Su champagne, en cualquiera de sus variedades -demi-sec, brut o brut rosé- contiene burbujas de tradición, de esencia francesa y también de la elegancia característica de esta gran casa.