Vamos deprisa. Tan deprisa que, a veces, nos olvidamos de parar. Seguro que te apetece una taza de té. Sí, déjalo todo y acércate hasta Vailima. Y toma la taza, sujétala con las manos, nota el calor que transmite. Aprecia el aroma que desprende y, claro, degusta su sabor. ¿Ha merecido la pena esta pausa ? Sin duda.
Vailima ciertamente es un oasis en medio de tanta velocidad, estrés y problemas. Es un pequeño espacio en el barrio de Salamanca especializado en té. Y no en cualquiera, solo en los de la prestigiosa casa francesa The o Dor. Las latas, de preciosos colores, decoran la entrada, que también es tienda. Y al fondo, el salón, decorado con sumo gusto, invita a dejar las obligaciones para otro momento y abandonarse ante la liturgia del té y de las infusiones.
Las creadoras son Clara y Juana. Madre e hija unidas por el buen gusto, la elegancia. Es un salón de aire romántico, muy chic. Y en él, se charla, se lee un libro, se disfruta de esta vida y de la felicidad, que no es otra cosa que la suma de pequeños grandes momentos. Para endulzarlos: macarons, magdalenas y galletitas.
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