Cuando Colón llegó a la isla de Kairi en las Antillas caribeñas, allá por el 1498, la llamó "Tierra de la Santísima Trinidad" y Trinidad se le quedó. La tierra de la isla se mostró rica, fértil, y los cultivos se convirtieron en sus primeros y más valiosos recursos. La caña de azúcar, el tabaco. A finales de XVIII los británicos ocuparon la isla y la población de esclavos procedentes de África para cultivar los campos creció de forma desmedida. Los ritmos africanos se convirtieron en la isla en percusión sobre bidones de metal cuyas abolladuras y sonido dieron lugar a los steeldrums con los que se toca el Calipso, originario de Trinidad y sonido inequívoco de Caribe.
Al son del Calipso Moët Hennessy encontró en los campos de caña de Trinidad las condiciones idóneas para poner en marcha una idea: producir el mejor ron del mundo, y el más hermoso. La tierra fértil de esta isla -a la que han decidido llamar Kingdom of Rum- el agua, unos niveles de lluvia constantes, y el magnífico sol, la luz, y toda su naturaleza la hace excepcional para el cultivo y el crecimiento de la caña de azúcar. Obtener de esa caña, el más excelente de los jugos para el ron más exquisito es una cuestión de selección de las mejores, puras, sin tocar, en bruto, y de utilizar solamente el resultado del primer prensado que se destila inmediatamente para garantizar la pureza en todo el proceso.
10 Cane, diez cañas. Las necesarias para obtener una sola botella de este ron caribeño de lujo, de súper-lujo, que en Moët Hennessy consideran el Mejor Ron del Mundo. Calipso!