Bienvenido al endrinismo
Bebidas

Bienvenido al "endrinismo"

“ZOCO lleva más de 50 años siendo protagonista de reuniones en torno a la mesa como sinónimo de calidad, autenticidad, sabor y disfrute”.

“Endrinismo”: corriente cultural que propugna la restauración del compadreo, la autenticidad, el “buen rollo” y la sana costumbre de disfrutar de la vida, saborearla y compartirla en la compañía adecuada.

Sin reglas, dogmas ni ideologías preconcebidas, el “endrinismo” se asienta sobre tres pilares fundamentales: vivir, disfrutar, compartir, y una sola restricción: el reloj. Artilugio tan exótico como innecesario que podrá lucirse como complemento, pero jamás utilizarse para mirar la hora. En definitiva, el “endrinismo” es una forma de ser y de entender la vida, una actitud cuyo momento álgido suele llegar tras los postres.

Una vez establecidas estas pequeñas bases, pasemos a lo serio.

¿Qué hay que hacer para convertirse al “endrinismo”(*)? En realidad nada especial pues, probablemente y aún sin saberlo, tú ya eres "endrinista". ¿Los síntomas? Sueles salir en grupo, con amigos divertidos y buenos conversadores con el único fin de disfrutar de un aperitivo-comida-merienda-cena, a ser posible de calidad aunque no necesariamente porque, para ser sinceros, lo realmente importante empieza en la sobremesa.

Tampoco importa el lugar: casa ajena, propia, bar, restaurante…, todo sucede alrededor de una mesa. Generalmente, nadie repara en vosotros hasta que a una hora absolutamente imprudente para el resto de la humanidad continuáis anclados ante esa misma mesa ya repleta de sonrisas y buenos momentos, presidida unánimemente por una (o dos…) botella de pacharán ZOCO.

Y es que esa es la actitud que el pacharán ZOCO –natural y elaborado 100% con las mejores endrinas navarras– lleva en sus raíces y quiere compartir con todos nosotros rescatando toda una filosofía de vida basada en el disfrute, la tradición y los detalles auténticos: la cocina de la abuela, la sobremesa, las historias familiares y todas esas vivencias que pasan de generación en generación, contando para ello con un embajador excepcional portador de todos esos valores, el humorista Quequé.

(*) Advertencia: convertirse al "endrinismo" es un proceso irreversible. Una vez atrapado no podrás (ni querrás) escapar.

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