-Scarlett, ¿te apetece una? Hoy te preparé algo especial.
Colgada en la pared la Johansson lo miraba cada noche cómo iba y venía.
Llegaba puntualmente a las 20.30. Se descalzaba. Usaba la silla junto a la puerta como armario. Uno podía saber qué había usado cada día de la semana. Capa sobre capa. La chaqueta azul, el lunes. Martes, cazadora de cuero que iba en moto, que luego le tocaba el paddle con los amigos.
Los jueves la saludaba rápidamente que llegaba tarde a su curso de sushi.
Y los viernes… los viernes a la noche eran para ella.
El ritual comenzaba bajando las luces y normalmente Amy Whinehouse sonaba.
-Chicas... -decía. Y así comenzaba a contarles su jornada.
Se iba a la cocina y preparaba su Perfect Serve de Druide, su conjuro contra la soledad:
5cl. de Druide Mystical Vodka.
Tónica Schweppes de Pimienta Rosa.
Bolitas de Pimienta Rosa.
Y a veces perfumaba con pomelo… otras con lima, no había motivo para uno u otro. Simplemente los escogía y tal.
Copa en mano se sentaba frente a Scarlett, le cantaba, le leía en voz alta partes de su libro. A veces levantaba la vista y le comentaba cosas de sus amigos.
Y la Johansson lo miraba con atención. A veces le contestaba con su silencio, otras, su sonrisa fotografiada le respondía.
Viernes tras viernes. Un Perfect Serve, la Johansson y él.
Y es que no importa cómo sea nuestra vida, la magia está en disfrutar de nuestros propios rituales de felicidad.
Conjuros espirituosos creados con Druide Mystical Vodka. Mezclas que surgen desde las místicas tierras de Inglaterra, donde las aguas de manantial de mineralización suave se destilan con los mejores granos.
Hechizos cristalinos de aroma muy suave, sabor sedoso y especiado, ideal para invocar a tus deseos mezclados con burbujas de pimienta rosa, como este cóctel Perfect Serve de Druide.