Casa Obsidiana, un firma de tequila ubicada en Jalisco, no se llama así por casualidad sino porque en los terrenos donde crecen los agaves que utilizan para elaborar sus tequilas (blanco, reposado y añejo) hay obsidiana y no es esta una piedra cualquiera sino que pasa por ser una piedra de origen volcánico que nos limpia de energías negativas, es oscura porque encierra las energías de ese mismo tono y nos prepara para crear conexiones positivas y para descubrir y disfrutar de lo bello y lo útil en lugar de quedarnos enganchados a lo negativo.
Claro que, si eres un amante del tequila, la historia de Casa Obsidiana y las piedras de sus terrenos cabe que te interesen menos que sus tequilas y las sugerentes botellas en las que se presentan; ofrecen tres variedades: blanco (el clásico), reposado y añejo; son tequilas elaborados con agave 100% Blue Weber procedente de la base del Volcán Tequila; envejecen en barricas de vino de roble francés en las que envejecieron antes vinos Chardonnay del Valle de Napa.
Pero ¿cómo son las tres variedades de tequila de Casa Obsidiana? El blanco, con una crianza de apenas 16 días, desvela notas de papaya, flores blancas y vainilla; el reposado, que se añeja durante cuatro meses, muestra en cambio toque de avellana, caramelo y especias; y el añejo, con una crianza de 15 meses, sorprende con un notable aroma a roble, café y clavo.
Y por si el tequila no fuese suficiente, en Casa Obsidiana lo ofrecen en unas botellas vanguardistas y creativas a rabiar, ideales para regalo...